viernes, 5 de marzo de 2010
Revista Café Cadáver Nº 16
Marzo ventoso y abril lluvioso hacen a mayo florido y hermoso. Como a esas floridas alturas podemos estar todos ya criando bellas y primaverales malvas, especialmente yo que he amanecido con la garganta que parece pumuki degollado, mejor será que vivamos el presente y nos centremos en las ventoleras de marzo.
Y si hablamos de ventoleras y de marzo tenemos que hablar de Café Cadáver, porque como ya sabrán, por la cuenta que les trae, no hay mejores huracanes ni turbulencias más sabrosas que las que ofrecemos a la distinguida clientela cada mes, de ahí viene el refrán y aquí viene su nuevo número.
Este mes no les sirvo texto, ya saben esos garabatos negros que despiertan como una voz dentro de su cabeza, pero no descorchen las botellas antes de tiempo, marineros, porque:
A) Su falta es fruto de unas circunstancias de improbable repetición a corto y medio plazo.
B) Si no es un lado es por otro y Vds. no se quedan sin sus merecidos latigazos mensuales, aunque sea a través de los comic-montajes que tanto reconfortan. También tienen garabatos negros pero que los pueden ignorar mirando solamente los dibujos y colorines, así que no es lo mismo.
C) NS/NC.
Así que ya saben, al menú, y además taza y media. En esta media taza tienen, por ejemplo, la terrorífica historia verídica titulada La familia Kernel y los virus, de la que les pongo un platito para que vayan picando, les entre hambre y vengan a pedir una ración, a precios astronómicos claro está; ya saben dónde las servimos, calientes, frías y del tiempo. Cuando se recuperen de la gastritis les espera la taza entera: Se van a...
Hagan click para ampliar... ¡Hhhuuuuuuuhhhh!