Bla Bla Bla Goodbye Bla Bla Bla

domingo, 25 de octubre de 2009

Science Comics: Marconi, ti "dobbiano" la vita!


Haga click para ampliar el bombazo y la magia blanca.

¿Quién dice a estas alturas de la historia, de la historieta, que los tebeos no pueden ser educativos? Echen la cuenta que si lo puede llegar a ser hasta un pedagogo medio bobo, todo lo que da, y aún puede dar de sí, el noble arte secuencial.

Desgraciadamente también a estas alturas los más preocupados por seguir dando el tostón con la propedéutica parda de las viñetas suelen ser humoristas sin humor, activistas neuróticos y ministros y concejales de cultura, y a través del concurso, el mensaje repetitivo, el chiste fallido, la lágrima tontiloca y la subvención llegamos a la propaganda pura y dura, que para muchos es formación y orgullo patrio.

Sobre la propaganda, especialmente yankee, les recomiendo echar un vistazo a la estupenda colección de "Comics with problems" recopilada por el generoso Ethan persoff, y si tienen estómago ir directamente a las fuentes y ver las chifladas obras evangelistas y evangelizadoras de Spire Comics o del amo del sermón y la monserga: T.Chick. Con ambos casos se pueden imaginar por qué lodos se empeñan en arrastrar la digna casa de Mortadelo, el mayor Grubert, Little Nemo, The Spirit, Mr.Natural, Silvio José y hasta del Juez Dredd.

Algún día hablaremos tanto de la desquiciante historieta "Hansi: the girl who loved the swastika" (Hagan click aquí para descargar. Es un PDF.), obrita de los buenos de Spire; como de las espectaculares aventuras jesuíticas y perversiones vaticanas de "El padre Alberto" de Chick (que pueden leer aquí), pero por si acaso les pongo los enlaces no vaya a ser que algún pobre diablo no pueda esperar, o lo que es peor, se quede con las ganas y me coja aún más tirria.

Vamos a meter mano al primer número de la revista Science cómics publicada en enero de 1946, hija de la fabulosa editorial Ace comics.

Como han podido comprobar en la ilustración que abre la entrada, con esa espectacular portada hecha en su mayor parte de explosión nuclear y que encima nos promete enseñar "Qué es lo que hace volar a un avión" o "magia blanca: la historia de la penicilina" uno no puede dejar de sentirse arrebatado por el atractivo filosófico de todo el asunto.

Veamos juntos una de las historietas de la revista: "Cómo invento Marconi la telegrafía sin hilos".
Yo casi no quepo en mí de gozo por conocer por fin las aventuras del gran Marconi. Vamos que nos vamos, señores y señoras:



Hagan click para ampliar al mad doctor de turno.

Marconi, el rey del trueno, el ayatola del Rock & Roll, el depredador de terrados y terrazas, el terror de las patentes ajenas, el visionario del Ipod steampunk... El hombre que a pesar de ser un "hijo de papá nos hizo tanto bien", ¡y qué postura más poderosa! Sí señor, empezamos bien...


Haga click sin hilos para ampliar.

Así empezamos la historia, en los Alpes italianos con un Marconi pegándose las grandes vacaciones en el famoso "Aria´s inn". No reparen en las desquiciantes dimensiones del hostal porque no es nada comparado con las siniestras figuras humanas que pueblan toda esta historieta; para abrir boca vean la chepa del señor de la esquina inferior derecha.


Haga click para ampliar la posturita.

"Ah! triste amargura! Estoy hecho un tio de 20 añazos y no tengo ni la más remota idea de qué hacer con mi vida". ¿Cuántos de nosotros no hemos exclamado angustiados lo mismo a los 15, 20, 25, 30, 35 años... mientras mirábamos las caderas deformes de un señor paralítico? Sean honestos y sinceros con Vds. mismos.


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Sin duda espantado por los horrores mutantes que se pasean alegremente por el "Aria´s inn", Marconi mueve su brazo dislocado y echa una mano temblorosa al "electric journal" de moda:
Si quieren saber qué sensaciones y sentimientos recorrieron el alma de nuestro noble antepasado pueden pasarse, por ejemplo, por el recomendable blog Modern Mechanix.


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¡Se acabaron las vacaciones!, ¡viva la ciencia!, ¡vivan las chepas!. ¿Qué hubiera pasado si en lugar del artículo de Hertz, Marconi hubiera echado mano a un folletín picantón y continuado sus vacaciones perpetuas con total naturalidad? No quiero contestar la pregunta sobre todo viendo todo lo que viene más tarde... ¿les doy una pista? Titanic.

Cuando hay genio, talento y se tiene un jardín familiar con fuente con bombillas de doble filamento lumínico, y debido a la refracción bisolar y al doble efecto del arco lumínico sobre los cuerpos no transparentes unas veces sale el chorrito azul, otras verde, otras colorado... ¡uno puede atreverse con todo!. ¿¡Cuántos genios habrá perdido el mundo por haber nacido en burdeles!? No tantos, no seamos exagerados, y perdónenme que este hoy tan preguntón.


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¡Victoria! después de dos años de duro trabajo logró construir un sistema que enviase y recibiese sonidos "como de grillo" a 500m...


Haga click para ampliar la exclusiva.

Después de dos años más solo que la una, con la calentura de la edad y con el dolor de haber perdido aquellas fabulosas vacaciones en los Alpes, Marconi se marcha a New York para ofrecer sus servicios mágico-científicos retransmitiendo una carrera de yates para un periódico de tercera; un periódico que sólo contrata monstruos de feria retirados y señoritas vestidas de rojo deformes. Marconi se sintió como en casa.


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Clark Kent Marconi, hombre de acción y de nobles ideales, se choca contra la más cruda realidad al comprobar que otro audaz reportero también utilizaba su sistema recién inventado y al utilizar la misma longitud de onda sus mensajes parecían "una pelea de perros"...

Yo tampoco entiendo nada, supongamos que el padre de Marconi harto de tener el jardín ocupado de trastos, aprovechó la partida de su hijo y vendió todos sus planos y prototipos a un trapero con buen ojo comercial y nos quitamos el sospechoso asunto del espionaje industrial de encima.


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¡Con Satán!, ¡Marconi ha pactado con el mismísimo Satán para asegurarse el éxito de sus proyectos!, ¡si encima le comenta, como quien no quiere la cosa, que hay una modernísima nave llamada Titanic a punto de realizar su primer trayecto!.

Yo por esos barrios con quiosqueros bigotudos que venden cuatro revistas contadas, por el que pasean alegremente mujeres jirafas con mordazas sadomasoquistas en la boca y científicos en alegre comandita con el Señor de las Tinieblas ya no me atrevo a entrar, serán manías de la edad.


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¿Titanic?, ¿de qué me suena ese nombre?


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¡Sí!. Suddenly!, suddenly! suddenly! suddenly!!!!


Haga click para ampliar el pandemónium.

Terror, angustia, señores con salvavidas, señoras en vestidos de primavera, cuerpos deformes, rostros monstruosos en primer plano... ¡El horror!.


Haga click para ampliar la entereza de ánimo.

Para que no se queden con las ganas les pongo los dos mensajes para que puedan escucharlos:

C.Q.D:



S.O.S:




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¡Ya tardaba en aparecer el Carpathia!. ¿Qué hubiera pasado si el operador cheposo y bimensional en lugar de estar trabajando hubiera estado borracho de ginebra en su camarote? Prefiero ni imaginármelo de tan metido en el titánico drama como estoy en estos momentos.


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¡Sí señor!, ¡viva la solidaridad marinera!.
Gracias a la tripulación del Carpathia, y en especial a tripulante cheposo, los veinte pasajeros (contados) del Titanic logran salvar su vida. ¡Bien!


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Tras un rápido rescate la nave llega a puerto. Marconi, que le gusta bailar en todas las congas, se apunta al recibimiento orgulloso de que su invento ha salvado vidas.


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"Ti "dobbiano" la vita!", "viva Marconi!", "viva"... puedo entender que lo que más puede apetecer al superviviente de una catástrofe náutica es recuperar el optimismo y la alegría nada más llegar a puerto (stress postraumático, sentido de la realidad y personas queridas difuntas aparte), lo que me maravilla de esta viñeta es lo famosísimo que debía ser Marconi en su época que en cuanto lo reconocen en el muelle lo vitorean al tío. ¡Dios mio ese desembarco parece un desfile de monstruos!.


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En 1922 Marconi acude a dar una conferencia al "Instituto de Ingenieros de Radio y el Instituto Americano de Ingenieros Eléctricos"; Cómo pueden ver los ingenieros tienen una asociación siniestra, amenazante, prácticamente clandestina... y mientras algunos hacen el saludo nazi, Marconi, armado de valor, se hunde en el secretro de sus sombras apretando bien el puño por si hay que liarse a tortas con algún vampiro, zombi o mad doktor de turno que le salte encima.


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¡Vaya ahora han encendido las luces, qué chasco!, ¡todos parecen ser personas perfectamente normales, dentro de los límites del desfile de figuras tullidas de este cómic, claro, y hasta al mutilado de guerra, el que toma notas, le han puesto una sillita para que luego digan que no tienen corazón y sólo les interesa la ciencia!


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¿No ha sido tan duro verdad? ¡y todo lo que hemos aprendido juntos!. Como colofón resaltemos el esfuerzo del dibujante por bordar el enorme parecido de su Marconi con el Marconi histórico:



y gritemos juntos:

¡Viva Marconi!
¡Viva Marconi!
¡Viva Marconi, ti "dobbiano" la vita!


P.S:

Cómo no podría ser de otra manera aquí tienen las 6 estupendas páginas originales, sin atajos ni apaños, para que puedan disfrutarlas como es debido.











viernes, 23 de octubre de 2009

Free Willy.


Hagan click para ampliar su libertad.

Sinopsis:

Willy, un simpático y vitalista pirata somalí, es capturado mientras realizaba sus labores y enviado lejos de su tierra, pero sobre todo lejos de su amado mar.

En Madrid vivirá divertidas peripecias gracias a un sistema judicial hilarante y conocerá el significado de las palabras "melancolía", "inocente" y "rescate"; pero también peligrará su vida porque el terrorífico y perverso juez Pedraz tiene un plan para conseguir condenarle por piratería, ahorcarle en la orilla del Manzanares y dejar que la gaviotas le coman los ojos durante tres mareas.

Por suerte la amistad nunca muere y un variopinto grupo de compañeros de la costa ha ideado el plan perfecto para poder liberarle: Llegar a Madrid en lancha, asaltar la carcel con kalahsnikovs y lanzagranadas, liberar a Willy, secuestrar a Garzón, cobrar su rescate, violar a Esperanza Aguirre, quemar la Sgae y, ya puestos, de vuelta a Somalia saquear Santa Cruz de La Palma.

Para toda la familia.


P.S:

viernes, 16 de octubre de 2009

El sombrero amancebado...




Vds. perdonarán si me pongo sentimental y les cuento batallitas; ya deberían estar más que acostumbrados a ambas cosas si me siguen un poco la pista por estos pagos.

Me siento en la obligación de advertirles que hoy el grado de ambas dimensiones da una vuelta de tuerca más (¡aún!) y con la nueva etiqueta llamada "Fetiches" pueden empezar a echarse a temblar desde este momento o mejor aún, mucho mejor: No tiemblen y dediquen su tiempo a sus propios miserias y no a leer las extravagancias de un desconocido.

Yo se lo recomiendo de corazón, si a pesar de todo aún siguen aquí con su pan se lo coman que yo me lavo las manos.

El caso es que acabo de recoger del tinte mi sombrero, mi querido sombrero y lo tengo entre mis manos, o lo tenía hasta hace muy poco porque ahora estoy bailando con el ritmo de tam-tam de la tecla boba, y me he quedado maravillado por la avalancha de recuerdos compartidos con este objeto tan preñado de memoria y sentido para mí.

Recuerden la fabulosa escena, de esa obra maestra de Cuerda "Los girasoles ciegos" "Amanece que no es poco", en la que uno de los labriegos cuando terminada la jornada se sienta a liarse un cigarrillo y a hablar con su calabaza, agradeciéndole su compañía y amistad a lo largo de los años y confesándole su amor más profundo; Hagan memoria (o "hagan youtube", ¡"yutubeen" a su gusto!) y me tienen a mi caminando por esas avenidas, pero de la mano de un sombrero en lugar de la de una calabaza.

Para convertir una historia muy larga, y con demasiados nombres y apellidos, en un resumen aceptable para Vds. y para mi naturaleza esquiva a caer excesivamente en un sentimentalismo demasiado empalagoso en el que estoy viendo que me voy a hundir, les contaré brevemente cómo lo conseguí:

De una pareja de amigos italianos, Serena y Sandro; él tenía una pequeña colección de sombreros (unos 17) y una tarde yendo a la inauguración de una exposición de ella (Serena es artista), él llevaba un sombrero que se acababa de comprar y del que me enamore en el mismo momento en que lo vi. Recuerdo que tuve la envidia, por envolver y presentar el sentimiento de alguna manera, de ese sombrero durante un par de semanas pero la vida siguió y el tema, lógicamente, pasó al supuesto "olvido".

El caso es que pasados unos meses llegamos a las navidades del 2002 (creo...) y fue entonces cuando esta pareja, viendo que yo iba a pasar la Nochevieja solo (ni hubiera sido la primera vez, ni hubiera sido la última...), me insistieron tanto para que fuera a cenar con ellos y sus amigos a su casa que llegó un momento en que no podía decirles que no sin quedar mal.

La cena, la compañía y el vino, dieron paso a los licores y a las charla de sobremesa con el personal. Entonces salió el tema del sombrero en medio de uno de los rifirrafes que soliamos mantener Sandro y yo, y con un par de chascarrillos comunes cruzados, que no les voy a contar, y añadiendo el buen humor y la generosidad de esta pareja me encontré con que me lo regaron. El primer sorprendido fuí yo, no se crean.

Desde entonces lo he llevado intermitentemente, durante varios meses seguidos, varios inviernos, en alguna ocasión especial, un par de días, una tarde lluviosa etc.

El llevar sombrero no ha sido nunca un hábito que asimilo, una seña de identidad propia en la que me reconozco, pero caigo en la cuenta que llevar "mi sombrero" de vez en cuando si que lo ha sido, y sí que lo sigue siendo aún hasta hoy.

Caigo en la cuenta también del respeto y el cariño que siento por esta prenda y el reparo que tenía por llevarlo a limpiar; como si de alguna manera todas las noches canallas, los inviernos largos, el frio de la soledad, las lluvias de las despedidas, su bautizo accidental en un par de mares y toda la mierda de tantas cabañas y tan pocos palacios fuera a desaparecer dándole un repaso aún tan necesario; Como si me fueran a quitar unos recuerdos que aunque no frecuento muy a menudo, precisamente por mi tendencia a la melancolía, me pertenecen y es el único patrimonio, aún tan fugaz, que me siento inclinado a defender.



Ahora lo vuelvo a mirar y veo todos los desperfectos que ya tiene el fieltro, la cinta de plumas con tantas calvas (que nunca me ha gustado pero que no me atrevería por nada del mundo a cambiar...), la doblez del ala derecha de tanto quitármelo y ponérmelo, la cinta interior deshilachándose poco a poco... y comprendo que ya no podría parecerme tan bonito sin esa mezcla de rotos que prácticamente hemos ido creando entre los dos, como dos novios, y que están hechos de tiempo, y que en su conjunto son belleza.

¡Yo, sombrero, yo te quiero!.



P.S:



No se confundan, esto no es un sombrero: es otra cosa diferente.

domingo, 11 de octubre de 2009

Grandes viñetas VI: Visionarios, quintacolumnistas y mad doctors.


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