Tijeretazo de la genial obra del maestro Paco Alcázar.
La poca dignidad, dignidad que siempre ha tenido cosida con alfileres y escrita con sospechosa cursiva entre comillas, de la que la que la llamada literatura infantil ha gozado intermitentemente ha ido cayendo en picado, desde que tanto psicopedagogo cretino, tanta solterona barbuda con bandera y con "buenas intenciones", tanto cantamañanas del adoctrinamiento y tanto ñoño mentecato con Edipo mal curado han ido metido mano, figuradamente, al mundo de la infancia; y es que me da la sensación de que al niño, como a los perros, se le trata más por lo que se cree que deben ser que por lo que realmente son, el colmo del asunto ya es tratar a un perro como a un niño como tanto imbécil hace, o a un niño como a un perro como tanto salvaje hace.
Un drama y una pena porque tanto niños como perros son seres que por lo general son bastante simpáticos, aunque yo los prefiera lejos y ver los ajenos de mis amigos de vez en cuando.
No quiero extenderme para no desviarme del tema y porque tengo un verdadero empacho de sopa de letras propia, pero algún día hablaremos de las virtudes de la fábula de eminente tradición oral, de la desoladora obra de Andersen, de Alice, y hasta del Pinocchio de Collodi como me ponga muy cachondo. Obras que curiosamente no he conocido directamente en mi infancia sino en mi, mayor o menor, "madurez" que es cuando mejor ser aprecian y disfrutan.
En el tintero de la fábula precisamente está muerto de risa The path, uno de esos curiosos videojuegos con ínfulas artísticas que aburre, fascina, sorprende y acongoja a partes iguales y que sin ser una joya, quizá por pecar de soberbia, respira un lirismo y tiene una serie de detalles geniales, como recoger la musicalidad de la fábula en la tradición oral (en gran parte perdida) y transmitir, con mucha elegancia, que el sentido fundamental de ese tipo de narrativa es la inconcrección, la repetición y el espíritu lúdico, incluso pánico (de Pánikós) en muchos casos; una obra bastante inusual en el mundillo del gafapastismo trotón de marios, ninjas y la tecla boba que no se ha enterado ni de la mitad de lo que apunta este juego. Mañana me pongo, siempre mañana.
Pero miren, el caso es que uno coge una buena obrita clásica del género y, si no es tonto del ojete, ve que detrás de la aparente simpleza de la historia y los personajes hay un verdadero desfile de imágenes arquetípicas que no tienen desperdicio por su riqueza simbólica y su valor universal. La moraleja se adaptará al gusto edulcorado de los papás ñoños y al espíritu de los tiempos, que siempre es fantasmagórico y se alimenta de paranoia y cadáveres, pero el lobo es siempre el mismo lobo, y cuanto más se acerca el relato al primer "lobo" más moderna resulta la adaptación.
El caso, mis queridos amigos, es que no puedo, ni quiero, evitar compartir y comentar una obra escandalosa, dedicada al público infantil, al menos en teoría, que me he encontrado deambulando en las procelosas cloacas y mentideros de la web 2.0.
Este libro infantil (¡?) se titula Alfie´s home, (La casa de Alfie, que es la casa de tócame Roque, nunca mejor dicho...) que pueden adquirir, por ejemplo en Amazon aquí, para que vean que existe; aunque tengo que reconocer que el de I wish daddy didn´t drink so much (Ojala que papi no bebiera tanto, aquí) tiene también una pinta espectacular.
Agárrense los machos, los traumas, las moralinas y alejen a sus retoños de la pantalla si los tienen porque esto es un escándalo con todas las letras. Vamos que nos vamos.
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Oh boy! Todo el mundo piensa que somos verdaderamente felices, pero yo no lo soy. Mi papá está siempre trabajando (al contrario que un parado amancebado vulgar y corriente) y cuando llega a casa grita mucho. Eso me duele.
¿Cómo?, pero si me estoy muriendo de pena y es la segunda página, el calibre del dramón familiar y el sufrimiento del pobre chiquillo en contraste con esos dibujos y esos tonos pasteles.... ¡uff! estamos ante una obra de algún retorcido psicópata o de un genio, ¡o las dos cosas a la vez!.
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Mama también llora a veces porque no sabe qué hacer. Entonces me agarra y me habla sobre su infelicidad y sus problemas. Hace que me sienta muy incómodo y raro.
¿Pero qué le hacen a este pobre niño? ¡Pero si hasta la madre le suelta sus mierdas!, ¿Pero qué clase de libro infantil es este? dejenme mirarlo bien, dice: Reading level: Ages 4-8. ¿Pero cómo que de cuatro a ocho años?. ¿Pero quién quiere dar un libro así a pobre chiquillo?, ¡denle Mortadelo hombre!. Y la cosa sigue...
Realmente desearía que papá pasase tiempo conmigo... en lugar de gritar y vocear.
¡Madre mía del amor hermoso!... por lo menos vive en una bonita casita en una colina y no en un suburbio de mala muerte rebosante de crack, porque si no la cosa ya sería pura crueldad y regodeo en la miseria de la infancia.
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Mi tío Pete nos visita a veces, Vive con nosotros de vez en cuando. Es muy amable conmigo- me abraza, me escucha y me hace sentir querido.
Vaya por fin alguien sano en esa fami... ¿!Qué?!!!
¡Zoom digital!
Una noche cuando estaba abrazándome empezó a tocarme mis partes íntimas. Después de un rato me enseñó a tocar y a jugar con las suyas. Era una sensación extraña, me asustaba pero también un poquito buena. Me dijo que todo estaba en orden, que todo eso significa que me quiere de verdad. Esto sucedió durante varios meses. Me dijo "Este es nuestro secreto especial".
Miren yo mejor me callo porque como pueden ver esto parece Calígula y no un librito infantil y no sólo es un sinsentido sino que es francamente desagradable.
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Mama y papá se peleaban, pensé que no me querían. Quizá discutían por mi culpa.
¿Pero es que este chico no va a encontrar la paz en su vida?, ¿Pero qué falta que le hagan al pobrecito?. Mírenlo acurrucado tiritando como un pollito en el quicio de la puerta. Si no se conmueven es que no tienen corazón.
¡Otro zoom digital!
Cuando llegué a la adolescencia empecé a sentirme muy diferente de los otros chicos ¡EH MARICON!. Algunos me llamaban cosas como "nenaza", "sarasa", "mariquita", "homo".
Yo no sabía que era lo que significaban.
Este pobre chico muy listo no es, pero no se merece semejante trato. En casa a fuego y cuchillo con sus padres y con el tío violándole cuando le apetece y ahora encima tiene que soportar a los cretinos de sus compañeros. ¡Pero qué vida más perra!. Luego la gente se echa las manos a la cabeza cuando en Kansas alguno coge un fusil y se cepilla a medio instituto.
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Después de un tiempo acudí a un orientador para buscar ayuda y consejo. Le conté mi historia y que pensaba que era gay
Ya tardaba en aparecer el magic negro que tanto gusta a los racistas, cinéfilos, mitómanos y demás fauna cateta.
Otro zoom digital...
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Me dijo que yo no era gay, sólo me faltaba el amor de mi padre y mi tio me había enseñado cosas malas.
¿Pero qué coño cosas malas señor psicopedagogo del Mississippi, los padres lo que son es unos hijosdeputa por tener al niño desatendido como a un geranio y el tío Pete no es que le enseñara nada es que lo ha violado repetidas veces. ¿Lo va pillando Morganfreeman de la pradera?. Esto debe ser la educación para la ciudadanía de la que tanto hablaban.
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Me dijo que era muy malo lo que mi tío me hizo. Nunca debió jugar con mis partes íntimas ni hacerme jugar con las suyas. El orientador me dijo que no era culpa mía, que mi tío se aprovechó de mi necesidad de amor paternal.
Vaya por fin un rayo de razón entre tanto despropósito.
Me explico que debido a que no había vivido el afecto paterno ahora buscaba la intimidad con otros chicos para suplir la necesidad por el amor de mi padre.
Oiga que igual es que al nene, traumatizado todo sea dicho, pero adolescente y con la hormona revuelta lo que le gusta son los señores, que no hay nada malo en todo eso, pienso yo.
Mire si no a un Lorca que le gustaban más las pollas que a un tonto una piruleta y la de cosas que nos dio a la humanidad, o Wittgenstein que se iba por los puertos a buscar al marinero más rudo y viril con el que negociar sus servicios y qué cabeza tenía el señor... que la cosa no es tan grave, lo que es de grave es ser un imbécil o un drag queen que eso si que tiene delito.
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Me sentí tan aliviado. Me dijo que contactaría con mis padres y les ayudaría a comprender. Me dijo que también contactaría al tío Pete y asegurarse que también recibía ayuda.
¿Ayuda?, ¿le van a dar otro niño porque este ya ha crecido?. Miren, por lo menos me quedo tranquilo porque el orientador no ha intentado también aprovecharse del pobre chaval, porque viendo la tónica del librito aún termina despellejado, porque vale que es medio tontito, muy bien, pero es que la vida le está dando unas ostias como panes señoras y señores.
El orientador explicó a mamá y a papá mi lucha y necesidad por el amor de papá. Les contó sobre mi confusión sobre mi homosexualidad.
Le dijo a papa que necesitaba su TIEMPO, CARICIAS y CHARLA.
¿Pero es que el padre va a abusar también del pobre zagal? Yo no me fiaría de lo que un señor que se pasa medio cuento gritando a grito pelado entiende por afecto y caricias, que lo puede entender por la tremenda, y más si Pete es su hermano y no el de su esposa. ¡Vaya familia nuclear de los cojones!.
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Mama y papá fueron a un asesor que les ayudo a quererse más.
Incluso pararon de pelearse, bueno... por lo menos la mayor parte del tiempo!
Vaya, no sé a qué consejero sentimental habrán ido pero me da que les ha recetado unos barbítúricos de caballo porque tan relajaditos como posan, con esa cara de tontos, ella comiendo unas gachas de la cazuela en medio del salón y esas pupilas que tienen que parecen agujeros negros huelen a opiacéo que tira para atrás.
Zoom cuarto y último.
Mi orientador y yo nos encontramos con el tío Pete. Lloró y me pidió que lo perdonase
Eso me ayudó mucho.
Me niego a abrir el pico, porque no me creo lo que estoy viendo. Me ha debido sentar mal el desayuno, aún no me he curado un catarro que me está persiguiendo durante todo abril y encima con los cinco lingotazos largos al jarabe de codeína (histaverín, apúntenselo por ahí) es posible que esté delirando, aún más de lo que es tónica general en esta su casa. Es que lo veo pero no lo creo.
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Ahora me doy cuenta que no soy marica. Pasar tiempo con mi papá sanó mi corazón. Todo lo que necesitaba era su tiempo, caricias y charla. ¡Por fin soy feliz en casa!
Yo estoy con un palmo de narices, no sólo porque yo no veo nada malo en que alguien sea marica (de hecho más de un amigo mío lo es, practicante y reconocido) y me he perdido con esa charla sobre la homosexualidad y falta de afecto, esa casa que parece el círculo de los iracundos, ese tio violador que se pasea como Pedro por su casa por la cama del sobrino sin que aparezca ningún policía en ninguna ilustración, el tiempo de caricias y charla de su progenitor, la tortura psicológica y el chantaje emocional de la madre, esos dos hermanos fantasma que salen en el "esquema" familiar del principio pero no vuelven a aparecer...
¡¿Pero esto qué coño es?!. ¡Vaya maneras de empezar un sábado!.
Esta es la literatura que a mi me gusta
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