martes, 16 de septiembre de 2008
Los impostores: la cheerleader.
Animadoras animando al señor de bigotes de detrás y al gafoso de delante.
Una conocida mia decía que "las animadores son despreciables porque son las putas de los jugadores". Yo que nunca he sido, por accidente de nacimiento, conocedor del mundo de los jugadores de football ni de sus cheerleaders eminentemente Norteamericano, desconozco sus tarifas y precios, pero seguro que hacen muy buen negocio.
Claro que luego recuerdo otras bombones de sabiduria de la preclara mente mencionada como "somos las brujas modernas, portadoras del conocimiento ancestral femenino" o perlas del conocimento como "La violencia de género es terrorismo, y peor que el de E.T.A" como si hubiera una conspiración "heterioatriarcal" o un grupo terrorista (P.A.D.R.A.Z.O: "padres antidemocratas reaccionarios asesinos zopilotes y osobucos" a lo Ibañez) ventilandose gratuitamente balazo en la nuca o bomba en los bajos del coche a esposas, hijas y concubinas a escala mundial y nacional o amenazando de muerte ministras, alcaldesas a ciudadanas.
Entonces me doy cuenta de que quizá las animadores no sean mercenarias del sexo y quizá la nombrada conocida sea tonta del culo. No hay nada mejor que ser "hilustrada" de provincias, encasillarse en una minoría y abrazar un victimismo tan ramplón como insulso para medrar en los despachos de las subvenciones y prevendas y levantarse su ración de tortilla o bollo entre las seguidoras de su cuerda.
Metafora robada del raboblog
Las animadoras, que me quedan tan lejos como decía y que sin embargo son la fantasía sexual de varios millones de personas y fuente de odio de un par de docenas de paletas montaraces, hoy me han dado para un momento de reflexión, que no es baladí y aficionado a los impostores y a las imposturas como soy, no he podído menos que traer la siguiente historía que paso a narrarles:
Una chica se matricula en el instituto "Ashwaubenon High School" en Green Bay (Wisconsin) se apunta echando virutas al equipo de animadoras, le dan su taquilla, se compra el uniforme y no la vuelven a ver por clase después del primer día, pero eso sí, se corre todas las fiestas posibles organizadas por la asociación incluida una swimming- pool party (que viene a ser una adaptación de "Pepito piscina" pero a la americana) .Lo más natural del mundo.
Por otra parte la escuela ante la postura de la alumna desaparecida decide discutir el asunto con la madre y poner coto a semejante sindios. Tras muchos e infructuosos intentos y buscando otros medios para determinar el paradero de niña, madre y uniforme de cheerleader (pues se pagó con un cheque sin fonfos y para eso los yankees son un poco puntillosos) comprueban que la benjamina está también matriculada en un colegio de Nevada, a 3000 Km de nada. Ce n`est pas possible!.
Tirando de la cuerda se ponene en contacto con el otro institudo donde afirman que la alumna no sólo no ha dado ningún problema sino que además acude a clase normalmente y se ofrecen a ponerles en contacto con su tutora legal que es su abuela y allí ya es el acabose. preparense.
La cheerleader perdida termina por ser Wendy Brown de 33 añitos, madre (para más poderío) de la chica cuya identidad intentaba usurpar y que vive con su abuela materna debido a los problemas continuos con la justicia que tiene la madre.
Wendi Brown triste y melancólica
Así que parece ser, la cheerleader sospechosa ya detenida, cogío la cartilla de la seguridad social de su hija de 15 años y su partida de nacimiento, y salga el sol por antequera decidio recuperar la adolescencia que dice no haber tenido e ir en busca del tiempo perdido con los pompones y la minifalda por las bravas y en directo. Nunca es tarde si la dicha es buena.
La joya que lleva ya lleva las medallas de condenas por robo y por estafa ahora se enfrenta a un nuevo sambenito el de robo de identidad con la posibilidad de 6 añitos de carcel (eso si que es tiempo perdido pardiez) y 10000$ de empanada.
Hay que ser imbecil.
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