Bla Bla Bla Goodbye Bla Bla Bla

jueves, 2 de octubre de 2008

La picota


¿y tú me lo preguntas mientras clavas en mi tu jeringa azul?
¿Qué es la picota? ¡y tú me lo preguntas! La picota.. eres tú.



La picota, además del apodo de la señorita de arriba que es mi novia, viene a ser una columna generalmente de piedra, donde se exponían públicamente las cabezas cortadas de los ajusticiados, o a los mismos reos vivitos y coleando en los llamados castigos de "vergüenza pública".

En pueblos más modestos estos castigos se realizaban con un buen par de picas bien afiladas clavadas en el suelo o en sencillos cepos de madera, pero con o sin picota al reo se le ataba y después de aplicarle un buen masaje revitalizante en las espaldas con homeopáticos látigos de siete colas se le dejaba a la intemperie durante unos cuantos días, sin pan ni agua pero con unos cuantos tomatazos y huevazos lanzados amablemente por la plebe y vigilado por el municipal de turno para evitar fugas, con el cartelón que denunciaba su delito, generalmente robo, alcahuetería y demás rufianerias, para jolgorio de la ciudadania y risión de niños, abuelos y militares de permiso.




¡Menos coches y más picotas!

Como ven la cosa tenía su guasa porque generalmente los más desgraciados y miserables podían mofarse de las desgracias del vecino con total impunidad (que es su afición si no su razón de ser hasta hoy en nuestros días) aún cuando sus faltas y delitos igualarán a los del reo y por otro lado los imbeciles, gente noble pero sencilla y sin mucho mundo, podían ver representada su idea de justicia en carne, hueso y alarido, que como la letra o la palabra siempre creen que tiene que tener su salpicadura de sangre, y de imbeciles el mundo sigue lleno.

Hoy en día que la vergüenza ajena, propia, pública y privada nos queda tan lejos como la compasión, la humanidad o la honestidad y nos llenamos la boca con "solidaridades" y demás panaceas new age con efecto placebo para aligerar la carga de la people y rockanrollear el mundo mundial.

Mundo, por otra parte en el que todos queremos ser victimas para que nos aplaudan (menos, curiosamente, las victimas de verdad) y nos de un despacho o dos, poco falta para que se empiecen a inagurar picotas de diseño con horribles plazas duras a juego a cargo del Ministerio de Flagelación, Solidaridad, canibalismo y Picotas, del que estará al frente el enésimo hijo de papá inutil y analfabeto, demasiado mayor para que lo quieran tener en su casa y demasiado pequeño, o enano mental, para que le den un cargo público en un país serio.

Si es que ya lo puedo ver, todas las fuerzas vivas reunidas con la banda atronando canciones del folklore filipino rindiendo homenaje a las victimas de las picotas y haciendo entrega de flores y ejemplares autografiados del tocho cheli a cada representante de asociaciones por la dignidad de la memoria de la picota, terminando el respetable evento con el señor alcalde amarrado al pilón durante cinco minutos, en silencio, y después de media hora de aplausos y lágrimas de cocodrilo, comilona con paella gigante de premio guinnes y baile popular a cargo de Luis Pinto o de Fermin muguruza.

No, amigos no he enloquecido, es que cierta noticia me ha revuelto un poco las tripas, siempre tan cerca de mi cerebro, esta mañana. Les cuento:



"Mama en la oficina hay muy buen ambiente pero ser becario es muy duro"


Un buen día en la ciudad de Witham (Perfida albión) al jefe de una empresa de intalación de de moquetas, un tal Simon Cremer,disciplinado pero comprensivo y humano, más que un jefe un padre para sus empleados; ve que le ha desaparecido un cheque de algo menos de 1000L y decide pasar a la acción oliendose que el culpable va a ser uno de sus empleados Mark Gilbert, que como ven en la foto tiene cara de ladrón y de hijodeperra y seguro, juzgando por el cartelón, pega a su mujer y viola a sus hijos, a los del vecino y al perro de su prima.

Así que con otros tres trabajadores, de esos honrados y solidarios, de los que nunca han roto un plato vamos, atrapan al gusano asqueroso le dan una paliza, le montan en la "fragoneta" del trabajo, le parán en un pub que frecuentan y le cuelgan un cartelón que reza "ladrón. He robado 845L. voy camino a la comisaria", y montán un auto de fe por las calles. Lo más normal del mundo.

Mark, ese cerdo, confiesa el robo, entre perca, bofetón y amenaza con martillo, ante su jefe y los tres trabajadores stajanovistas y alega la tardanza en el pago en su malganado jornal como escudo moral donde refugiar su cobardía y su avaricia; por otro lado de una postura de ateismo radical ha pasado velozmente por una fase agnostica respetuosa ante los primeros golpes y ahora temiendo por su vida ha visto la luz de Xenu y no ve la hora de inscribirse en la secta de la cienciología, va tragando saliva por el caminito de belén y tampoco ve la hora de llegar a la comisaría. La relación entre la vida espiritual y el tormento del cuerpo queda demostrada por enésima vez: Dios está al alcance de todos, gracias a la punta de su polla o pepitilla o al buen uso de un martillo.


"Por crímenes que no habían cometido"... ya.

Me imagino el cuadro, los cuatro heroes entrando en comisaría entre risas y chistes y con la cabeza más levantada que un salvapatrias al uso y gusto nacional autoctono con el deleznable ladrón atado como un chorizo con cartelón incluido. Enternecedor.

El señor polícia que les atiende a pesar de ser campeón local de samba, gran admirador de la obra de los monty piton y aficionado al karaoke no le termina de ver la gracia al chiste y dándose cuenta de que la cosa no es un chiste sino que tiene enjundía y que trae cola hace detener inmediatamente a los cuatro heroes del rock por detención ilegal y asalto y aconseja a nuestro Mark denunciarles y meterles un pleito que les deje tirirando.

No se me vayan porque la cosa tiene retranca. Mark que se queja de contusiones varias, un ojo a la virulé, una cadera dañada y demás caricias que persisten por de su cuerpo de jamón de York, como las quemaduras en las muñecas por las cuerdas, no ve muy claro lo de denunciar a su jefe.





Mark, la sanguijuela, que se considera culpable del robo, aún con la excusa del malentendido y la tardanza en el pago de su salario y en cierta medida entiende el castigo de sus colegas, no quiere perder su trabajo y estaría dispuesto a volver si su jefe le llamara. Incluso en el caso de que la fiscalia presente cargos (como de hecho se hará) nuestra babosa favorita dice que defenderá a su ex-jefe en el juzgado porque no quiere que pierda su negocio.

Lo que más le duele a nuestro ladroncete es que aún no puede conducir por las molestias en la cadera y que no anda bien del todo además del dolor que le produce que su madre, de 68 años, con enfisema pulmonar y actualmente hospitalizada es la que mas está sufriendo con la historia.

Dejenme advertirles que el mundo está lleno de hijosdeputa pero también rebosa de bobos. Así que tengan cuidado ahí fuera.



Como siempre les invito a visitar las fuentes (del conocimiento) que hoy por hoy son los tabloids The mirror, Daily telegraph, o Mail online, por citar algunos.


En España la foto podría ser así.

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