Bla Bla Bla Goodbye Bla Bla Bla

martes, 26 de mayo de 2009

Mis terminators favoritos III

(Editado: Cómo la entrada original era una verdadera barbaridad en cuanto a tamaño, faltas de ortografía y chistes de franceses, he decidido dividirla en tres entradas diferentes. Sus nietos me lo agradecerán, no me digan que no.)

Terminator: salvation (2009).

Cómo intentar mantener el negocio a través del revival, camuflado al gusto de la época, fallando en el intento y quedando como unos primos.


La palabra de seguridad es "Banana de Alabama".




Cuando uno ve una película, o lee un libro, de ciencia ficción, género noble donde los haya, tiene que estar dispuesto a dejar pasar un montón de "agujeros" y "deus ex machina" especialmente numerosos en ese barrio. Uno, si no es un cretino integral, no va a ver una comedia con la intención de no reírse, y tampoco a ver una película de ciencia ficción diciendo que viajar a la velocidad de la luz es imposible, que el teletransporte es una entelequia o que el metal liquido es una patraña. Son gajes del oficio de espectador que los más cortitos de miras no suelen entender y por lo tanto se enfadan mucho los pobres (así nació Blogger...).

Pero claro, cualquier narrativa es un quid pro quo: Yo me voy a tragar lo de las naves, lo de los sables laser, lo del positrón, y lo del catarro marciano si a cambia me das personajes sólidos y una narrativa interesante, inteligible y rica. Parece que es pedir mucho pero no es así, es pedir el cumplimiento de unos mínimos y tirar por lo bajo en cuanto a calidad. "Terminator Salvation" no los cumple, y no los cumple porque es un churro, me explico:

Para que las fábricas de churros funcionen a pleno rendimiento hay que estar atentos a dos puntos muy sencillos de entender:
Por una lado hay que mantener los rasgos más característicos del producto (el "espíritu del churro" como lo llaman los profesionales del ramo) y por lo tanto seguir contentando al consumidor habitual durante sus copiosos desayunos; y por otro lado hay que aportar nuevos sabores, nuevas texturas y nuevas formas para que no se harte en exceso y se pase a comprar cruasanes, intentando de paso conseguir que esos fritos lleguen a toda la familia, vecindario y, ¿quién sabe?, ¡ hasta a meriendas y cenas, el límite es el cielo!. Como ven la clave del marketing churrero es el equilibrio entre ambas estrategias comerciales.

Con el cine pasa exactamente lo mismo; y es que el apasionante mundo de los churros y el arrebatador submundo de las salas oscuras, en muchos aspectos no se diferencian en nada el uno del otro, exceptuando que quizá ningún adolescente onanista y repelente ha pedido un "autóbobografo" a ningún maestro churrero. Tiempo al tiempo, amigos, en este mundo para nuestra desgracia todo es posible.

Para ir sobre seguro en "Terminator: Salvation" han intentado imitar las mejores políticas de las churrerias de feria, camuflando el refrito con esas frases que no dicen nada dichas en esos tonos tan titánicos, esas sinfonías tan ligeritas como machaconas, y esos tonos de marrónn y verde que logran que más de un cretino se crea que está viendo una película puntera y modernísima y no el enesimo bodrio "de toda la vida" maquillado hasta la nausea.

Y con todo ese maquillaje y pelucones a lo Gustav von Aschenbach se intenta ocultar un refrito bastante torpe hecho de fragmentos de otras películas como "Apocalypse Now", "Mandingo", "The Shawshank redemption", "Jaws", "The accused" y "las bicicletas son para el verano", y con un guión inexistente hecho de "frases sueltas" y frases que "parece que quedan bien" pero que no dicen ni siquiera lo que aparentan decir. Una pura entelequia.

Con el batacazo de Terminator 3 yo me curé de espanto, y es que si uno no es especialmente tonto con un par de disgustos termina por inmunizarse de ese "hype", de ese marketing viral y de esas grandes esperanzas tan ubicuas y tan dolorosamente cansinas como pegajosas.

Todo lo que el seguidor de la saga quería ver desde el principio pero sólo se le enseñaba con cuentagotas a modo de introducciones, flashbacks y pesadillas, por fin lo iba a disfrutar en vivo: La guerra del futuro, las ruinas, la mugre, bombazos, masacres, campos de extermino humano... Con esos naipes uno pensaría que se lleva la copa del campeonato de tute de su barrio, ¡por lo menos!, pero desgraciadamente también hace falta saber jugar y se nota que "emciyi" es más de jugar al póker, con sus faroles y sus trampas, por eso se ha vuelto a casa sin ningún título que no sea el de manazas.

Hay algo que se agradece mucho y es que Schwarzenegger no aparezca (aunque el "cameo" sea interesante) para disgusto de mitómanos, culturistas e informáticos tontos del higo: aún sin sentir una antipatía especial por él, tampoco me siento movido por ninguna simpatía, cosa que me pasa frecuentemente con los actores de un solo papel, que lo son la mayoría, no empecemos a hablar de los que ni siquiera son actores y se interpretan a sí mismos, que precisamente no son pocos.

Además quitarle el "número" para que parezcan "aires nuevos", es tan feo como cambiarse el apellido. Cuando uno se apellida "Chotarado", "Mascachuchos" o "Aznar", la cosa es comprensible, pero no hay nada feo en llevar un 4, un 5 o un 7 en lugar de un tontín "Salvation" con los que despistar a los ya de por si despistados. Será porque al final se salvan todos, yo no lo sé.

-¿Pero de qué va esta película? Vds. se preguntarán si han vivido en una cueva los últimos tres años (y bien que han hecho además) o no han visto esos fantásticos trailers, la madre que los monta uno tras otro, que no es que nos desgranen el argumento de la película, es que nos la destripan y nos lo cuentan en formato de "videoclip edición resumida", por si acaso luego alguno no se entera y se pierde la trama porque va a vomitar al baño, pobrecito.

La cosa empieza tal que "asín", en medio de la guerra entre los "robozes" y los "humanos humanistas". Olvídense de la supervivencia cruda, del guiso de rata y de la miseria, porque esos eran otros "tiempos" y ahora la tierra es sólo un vergel tropical donde crecen mangos y chirimoyas en cada rincón, sino que a la gente del "partido humanista" solo le faltan los tanques y eso porque deben estar en el garaje por la revisión de la I.T.V. ! Cuanta mugre, texto e inteligencia le falta a esta película tan "impecable" como aburrida! :

En el futuro resulta que los "robozes" son un poco menos avanzados porque aún se está investigando el tema o está ambientada en España.



Además Skynet no tiene muy claro el tema de la mímesis, para que luego digan que es tan inteligente, y los primeros intentos de "modelos de infiltración" dejan un poco que desear.



Hay otros "robozes", prestados de ese dolor "entitulado"Transformers con unos sonidos sospechosamente parecidos a los que realizaban los trípodes de "War of the Worlds" que se encargan de capturar extras y co-protagonistas para que la historia no decaiga.



Con estos humanos capturados, Skynet realiza todo tipo de experimentos para modernizar su gama de productos, cosa que le hace falta en esos tiempos de crisis.



Los bombazos no faltan, como debe ser porque si no el gallinero se queja, además de aviones, helicópteros y napalm. De dónde sacan la gasolina o de cómo evitan quedarse pajaritos con la radiación no lo sabemos, "¡pero seguro que nos lo dicen en la próxima película!", se dirá algún pobre iluso.

En uno de esos "rescates" peregrinos a una cárcel de skynet, Connor se entera, le cuentan, se rumorea... que la colección primavera de los T-800 (el terminator "original") está avanzadísima y se lleva un buen disgusto. Skynet para acabar con las penas de raíz lanza un pepinazo nuclear con el que vuela la prisión y casi la cabeza de John Connor. Ya ven que todo a lo grande, como en el cine porno...

Este Connor tosco, torpe y "rambificado", al que sólo le falta la careta de Batman, se dedica por las tardes a pegar tiros y por las noches a hacer un programa de radio indecente a ver si hay suerte y logra encontrarse con su papá de quince años.



En todo el fregado aparece un personaje llamado Marcus, que como bien se han ocupado los trailers de hacernos saber, resulta que es un "roboz", pero es un robot un poco rarito porque no sabe que es un "roboz", un giro narrativo tan novedoso y bien traído que da vértigo y que por fin logra dejar las vanidades y memadas de Blade Runner a la altura del betún, la altura que se merece con tanto unicornio, tanta Tannhäuser y tanta fotografía.

Por si fuera poco es un "roboz" con corazoncito y cerebro humano. Pobrecito, la que le espera.


¡Cómo te envidio Marcus!

La cosa es que entre una cosa y otra, doscientas explosiones, un intento de violación, mucha tramoya y el programa de radio, dirigido por Connor, tan repelente que ha recibido varios anónimos con amenazas; Marcus y Connor se encuentran cara a cara, uno como un chulo intolerante con los disminuidos cibernéticos y con voz de Batman y el otro como prisionero maltratado y diana de los carceleros ociosos.


You tried to kill my mother, you killed my father...

Como el mando tiene un plan infalible condenado al fracaso con el que piensan acabar de una vez con todas con Skynet, y entre la fuga de Marcus, más explosiones y otra ración de sinsentidos, uno y otro, cada uno por su lado pero en sana comandita, deciden ir a Skynet como quien baja al bar a comprarse una botella de cazalla de garrafa: Uno para liberar a su futuro padre que sigue preso, el muy desgraciado, como "el Pirri", y el otro para descubrir quién es, por qué le han convertido en quien es y, sobretodo, aunque no lo digan pero se lo digo yo, por qué le han cortado los genitales.

Mientras tanto, en parte por vagancia, en parte por lealtad radiofónica ( lo que hace un podcast), la mayoría de los mandos sabiendo de las locuras de Connor aplazan el ataque y se toman unas copas en la cantina. Menos mal que ya queda poca película.



Marcus se encuentra con una patética Skynet en una larguísima escena plagada de obviedades, tópicos y poesía de las pequeñas cosas, donde descubre que su misión era localizar a Connor y a Reese y de esa manera lograr exterminarlos. Acto seguido le ofrece un contrato en prácticas como "Técnico de engrasamiento y limpieza de terminators" pero Marcus, muy encabronado, se arranca la protección D.R.M, rompe dos o tres monitores y una silla y sale a intentar salvar la vida de John.


Skynet con Marcus: "Yo soy tu padre-madre".

John en sus paseos por los sótanos de Skynet aún no ha encontrado a Kyle, pero se encuentra, como quien no quiere la cosa, con el doble de Schwarzenegger rejuvenecido que lo menea a su gusto. Entre bofetada y collleja turca y escapada táctica, Connor logra encontrar su celda, lo libera y a la chita callando intentan salir vivos de semejante embolado que para más señas ya es una fábrica automática del terrible modelo T-800.
Connor manda a Kyle a la superficie en un ascensor de servicio y se queda a partirse la cara con un "roboz" de 300 Kg que se limita a menearlo y a lanzarlo por los aires. ¡Bravo John!.


John Connor repartiendo estopa al terminator.

En esta lucha, de una intensidad tan titánica que casi uno ni se la "cree", como no hemos podido "creernos" nada de esta película y nos da lo mismo si se mueren, si se van de vacaciones o si la abuela fuma; Connor termina de plantar sus cargas explosivas, Marcus aparece y se lía a palos, el muy cainita, con su pobre hermanastro que contrariado por el trato familiar tan desagradable primero lo muele a palos y segundo lo deja moribundo en un rincón, y los militares acuden al rescate de los prisioneros en lugar de bombardearlo todo. Un cachondeo.

Para resumir (sin embargo estén atentos a la bonita imagen del T-800 bañado en metal fundido), Connor revive a Marcus como si fuera un coche con un par de cables de electricidad, éste "resucita", a Connor lo empelan cual cochinillo de pecho a espalda, Marcus termina la pelea, rescata a Connor y se lo lleva al campamento donde haciendo gala de las modernas instalaciones del "partido humano humanista" logran salvarle la vida transplantándole el corazón de Marcus en una operación delicadísima realizada en una tienda de campaña. ¡Bravo Hollywood!.


El buen rollo al final triunfa y todos contentos.

No se dejen vender esos rumores de "oscura" y de "maldita" que circulan sobre esta entrega del folletín, porque todo es terriblemente obvio, de una simplicidad chusquera, con su "madrastra mala", sus bombazos y una seriedad tan ridícula como desmedida.

Uno de esos dolores es esa prepotencia, ese intento de ser tomada en serio, como un niño que se empeña en querer parecer mayor: A pesar de que nunca he sido un fan del "comic relief" tan constante, desagradable y machacón en las producciones yankees de este tipo, eliminarlo no supone darle un cariz más adulto a la película, en este caso nos hemos quedado con un panfletillo adolescente pero sin las gracietas propias del medio para intentar colárlosno como algo "profundo". Una narrativa de mal videojuego, con guerrilleros tan limpios como maquillados y peinaditos necesita menos de soberbia para no resultar ridícula.

La presunta lucha paralela por la identidad de Marcus y John tampoco cuaja. Queda mucho mejor si les digo que uno intenta saber cuál es el límite de su humanidad y si esta es fingida (programada) o no, y el otro pelanas si está a la altura de su propia leyenda y además merece estarlo, pero no es verdad. La película es plana, no trasmite nada, dándonos igual si los personajes vienen, se van o si revientan de un bombazo nuclear. Es tan tristona y tan mala está película que nos la trae floja: Es tan dificil reconocerse y simpatizar con los personajes que sencillamente su futuro y sus problemas nos la traen al pairo y sólo esperamos que pasen las explosiones, y con suerte le coja a alguno de lleno, para que la película termine de una vez.

Los terminators han perdido hasta la chispa que tenían y de ser esos implacables seguidores de la literalidad del "aquí te pillo aquí te mato", cosa que les honra como buenas máquinas, se dedican a lanzar por los aires a la víctima media docena de veces hasta que cae cerca del trabuco laser. Una intensidad dramática digna de premio Goya. Esta película, como "Indiana Jones and the crystal skull" no existe. ¡Qué ganas de joder las historias y de marear la perdíz!.


Instituto Cinefilomitómano de Michigan.

Steven (78) estuvo a punto de arruinar la prueba al intentar escapar de la sala dos veces, por lo que se le redujo y se le maniató a la butaca; durante el transcurso de la proyección sus llantos y lamentos fueron continuos y muy intensos, llegando a cagarse en "la puta de la madre que parió al "EmSiYi" de los cojones" varias veces y terminando por sufrir un ataque histérico que nos llevó a tener que sedarlo fuertemente. Recomendamos mantenerlo sedado hasta que se le devuelva a la residencia para ancianos donde se le secuestró..




P.S.1:

El mundo del cine y el del videojuego se mezclan peor que el tinto y la ginebra (hagan la prueba en sus casas) por mucho que hoy por hoy haya tantas películas que se parezcan tanto a un videojuego, generalmente de los malos además, y algún juego que imite los vicios, los usos y las costumbres del mundo del cine.

Del cajón del par de docenas de videojuegos largos basados en la licencia de Terminator (desde game-boy a PS3, casi 20 años de trote...) que se han hecho, los normal, desgraciadamente, es meter la mano y sacarla llena de mierda. Triste pero cierto, y si les digo que me gusta esta saga y me gustan los videojuegos, además les digo que menos dos o tres los he jugado a todos por curiosidad, y lo digo con vergüenza porque la colección va desde lo muy horripilantes, a lo horripilante, pasando por lo chusco y terminando por lo normalito. Mal, vamos mal.

El último ejemplo de esta bazofia continua es el último videojuego con el mismo título que la película; miren, miren...



¿Parece tremendo y estupendísimo, eh?, ¿a que "mola"? Pues no: De las 2 horitas y media que dura, media es de aburrimiento, otra media de tortura por la poca calidad de los diálogos (son muy malos, muy muy malos...) y el resto consiste en un apretar botones entre bostezo y bostezo. Terrible. Por lo menos dura poco y nos evita dejarlo a la mitad y desinstalarlo: Se termina y se desinstala en cuestión de horas. 33.95€, un chollo, ¡corran a la tienda que se los llevan a pares!. Más de un niño estará llorando por haber hecho caso a Ramoncín y haber pagado por "esto".



A pesar de todo hay dos que si que quiero recomendarles: El The terminator para Sega CD y el Robocop Vs Terminator de la Sega Megadrive.



The terminator con una música estruendosa y unas digitalizaciones de la película tan granuladas como peregrinas, tiene encanto, es muy entretenido y fue uno de los productos más dignos para el Mega CD, que no es decir poco. No está mal echarle un vistazo porque viendo otros videojuegos de la misma saga, y para la misma consola, éste es gloria bendita.

Pueden descargar la Iso en este recopilatorio de juegos del Mega-CD (funcionan todos, yo los he probado hace tiempo) y si no quieren esperar varios días, semanas o años (dependiendo de su conexión) descárguense solamente el Iso Terminator (Nº92) y en unas pocas horas lo tendrán para su uso y abuso.



Robocop VS Terminator para megadrive (Rom aquí), basado en el comic de Miller, es un juego de disparos que no sólo recoge lo mejor de las aventuras de Robocop con su parafernalia y sus follones con putas, drogadictos y "robozes" propios, sino que también hace lo propio con la fauna local del mundillo de Terminator; todo aliñado con una cantidad tan inmensa de higadillos que hacen sonrojarse al Mortal Kombat. Tan tontorrón como divertido y con una música tan machacona como pegadiza. Merece la pena porque es uno de los mejores videojuegos del género de la época, lleno de trucos, fases secretas y destrucción a raudales y que sin embargo pasó bastante desapercibido en su época.



Para poder jugar a ambos pueden usar un emulador, de entre toda la multitud de emuladores que existen de mejor o peor calidad, llamado Gens Surreal (aquí) que funciona con juegos de megadrive, mega-CD y sega 32X.

P.S.2:
He decidido instaurar un pequeño amago de "dictablanda" durante unas cuantas semanas o meses, y por lo tanto permitir el derecho de reunión y la libertad de expresión; considérenlo el enésimo capricho de un tirano, motivado por razones tan oscuras como personales: Habemus comentarios.

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