

Está a punto de terminar la
Semana Zombi de
Café Cadaver y los muertos vivientes vuelven a la morgue, a los cementerios y a sus puestos de funcionarios como si nada hubiera pasado, limpiandose las manchas y lamparones de sangre e higadillos; y los pocos vivos que han quedado volvemos a las colas del paro: El orden natural de las cosas, que yo no he inventado.
Como último estertor propio les invito a disfrutar de unas
postales y unos comics fusilados amancebados, de esos que tanto me entretienen y que siempre les enseñarán algo nuevo que no sabían, aunque no merezca la pena ser sabido, y seguro que les harán olvidarse de alguna cosa que no merece la pena que sepan. Para muestra un botón:
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