miércoles, 17 de junio de 2009
A la escuela sin armarios, ni pupitres...
¿Le meten en el armario?, ¿Lo sacan?, ¿vive ahí?, ¿se ha perdido?, ¿es retrasado?.
No tengo nada contra las campañas rosas que pretenden evitar, como si eso fuera posible, que a los nenes les llamen "mariquitinas", "mariposones" o "comenabos", todo lo contrario. Yo sin ir más lejos soy fruto de media docena de campañas contra las drogas, el alcohol y la poligamia y ya ven lo mucho que me han servido, me han educado y me han formado como "persona humana".
Haga click para ampliar la parida de mal gusto.
De la misma manera tampoco tendría nada en contra si algún día algún ministro brillante, de esos de "los nuestros" tan de moda, decidiera aunar de una vez todas esas campañas, tan perpetuas como peregrinas, e incluir también en el lote a los que llevan gafas (gafoso, rompetechos, hijo de puta etc.), los gordos (bola de sebo, zampabollos, hijo de puta etc.), los cojitos (lisiado, patapalo, hijo de puta etc), los cortitos de mente (tontolaba, pollito, hijo de puta etc.), o a los que simplemente no tienen dinero para una playstation V o el juguete de moda (pobretón, mendigo, hijo de puta etc.).
Nadie sabe lo que deben sufrir los homosexuales miopes con sobrepeso y cojera, que además no tienen dinero para una playstation V, se aplican, se esfuerzan, pero no llegan a los mínimos y no aprueban ninguna asignatura, y además sus madres se dedican al noble oficio del lenocinio y/o sexo mercenario para sacar adelante a la familia.
A ver quién tiene valor para dedicarles una campaña, sólo una, a estos pobrecitos hijos de puta, que además seguro que se drogan para soportar lo suyo.
2 comentarios:
Sin palabras. Tú sí que eres un hijo de puta. Pero no te sientas mal.
Fenomenal. Usted a lo suyo y haga caso omiso de comentarios intrascendentes. Los nazis y demás panfletarios, tan amigos de consignas y milongas como las que usted sugiere en su divertidísimo aputne, nunca han tenido sentido del humor. Enhorabuena por el suyo, joven.
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