Recuerdo que cuando leí en 1991 el titular del periódico "Estalló la guerra", por la Primera Guerra del Golfo sentí uno de esos vértigos extraños mezcla de morbosidad por leer esas cosas que hasta entonces sólo había visto en los titulares que salen en las películas... extra, extra etc.
20 años después me quedé petrificado por lo que veía en la pantalla de un bar, y cuando el segundo avión chocó "en vivo" contra la segunda torre comprendí definitivamente la fragilidad del mundo, lo gratuito y fácil del espanto, el mal y el horror; y sentí estar viviendo un momento histórico, un horror de libro de historia, que definitivamente ya nos colocaba en el S.XXI y nos empujaba a patadas hacia un futuro con más sombras que luces. Aún vivimos baja la alargadísima sombra de las torres que no están. Fantasmas bajo la sombra de fantasmas.
2 comentarios:
Manda tarea, pero yo debo ser la única persona que no lo "vivió" en directo...estaba sobando!
Al despertar un amigo me comenta la que se estaba liando y mi respuesta fué "si, hombre, sí...y luego bajó Galactus a comerse lo que quedaba de Manhattan". Luego fué poner la tele y quedárseme el rictus de graciosillo petrificado durante el resto del día...
Además de verse lo que se veía por nuestras pantallas esa tarde, yo no me puedo olvidar por el momento en que me tocó. Vamos, que de las incertudimbres personales pasamos a las universales en un par de horas.
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