¡Pero qué mal lo pasan las pobrecitas! y no me regodeo, bastante tienen con lo suyo, pero esa belleza del cliché repetido hasta la saciedad, la lágrima tonti-loca, el galán idiota que no merece ninguna lágrima y la constancia de la miseria ridícula y el dolor gratuito a posteriori que a cada generación nos toca cargar a cuestas, me hipnotizan.
¡Qué mal nos ha hecho el cristianismo y el amor romántico! Uno que no toca, ni come, ni deja tocar ni comer y el otro histérico y siempre perdido en el arrebato más histérico y la pasión suicida. En plena Guerra fría nos toco, o mejor dicho a nuestras madres y abuelas, estos horrores del deseo y el sentimiento. Hoy no estamos mucho mejor, pero entre el Orfidal, un poco de madurez sentimental y sexual y unas cuantas medidas profilácticas fiables, el número, que no la intensidad, de las noches lúgubres de ciertas señoritas decentes enamoradas ha bajado mucho. O eso me dicen.
En fin: Estas simpáticas, y lozanas, señoritas siguen sufriendo y pasando unas noches toledanas espantosas. Hoy no les ordeno estas grandes viñetas en formato "comic" pero ya saben dónde hacer click para ampliar. Si tienen una señorita apreciada, sea amante, sea esposa, sea novia, sea prima incestuosa, díganle hoy que la quieren, así sin más, como un regalo inesperado; esto, por supuesto, es extensible a las señoritas, sean decentes o no, porque no hace falta ser metrosexual para alegrarse por confirmar que se es querido. Yo es que veo estas viñetas y se me parte el corazón ¡Luchen para que no se vuelvan nunca a dibujar, para ser felices, para atar a los perros con longanizas y para tener todos un coche volador que nos lleve a Júpiter en un periquete!,
¡Luchen, luchen con rabia y odio por el amor!
4 comentarios:
No quiero ni pensar de dónde habrás sacado estas viñetas, y no mientas, seguro que te rogodeas.
La primera es genial, ya le digo yo lo que el tendría en mente su amigo Tom, lo mismo que cualquier hombre, pijo.
¡Jajajajaja! Sí, hay un poco de regodeo y hasta cierta pulsión erótica en el ajo, pero vencen los buenos sentimientos y la lástima que me producen los dramas afectivos de estas damas, y lo mucho que me enternecen.
Lo peor de todo esto es que encima me estoy aficionando enormemente a estos dramones ¡Y solamente hay tres o cuatro varientes narrativas y el resto es pura repetición, puro corta y pega!
¡Y solamente hay tres o cuatro varientes narrativas y el resto es pura repetición, puro corta y pega!
Pero qué tranquilidad saber qué te encontrarás al final del túnel, así no pasarás más noches desvelado pensando en la suerte de estas damas.
Jajajajaja gracias amigo Pedro por el noble deseo pero, a pesar de la obsesiva repetición yo sigo sufriendo mucho:
Me da mucha pena que estas señoritas sufran de esta manera tan intensa ( e idiota) por jugadores de football, jefes de empresa cazurros o compañeros del instituto medio tarados. Me pierde el sentimiento, lo sé ;)
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