Café Cadáver refresca igual o más: ¡Garantizado!
Yo ya les dije que había más ¿Más qué? No sabría decírselo con seguridad, porque me siento un poco más aplatanado de lo habitual por el calor que hace hoy, pero más, mucho más, un montón de más.
Ahora la amable gente de Café Cadáver les trae el postre bien fresquito. Volvemos a recuperar a mis queridos Israel y Jonathan y sus aventuras con la Brigada anti-fumadores, y de paso nos revolcamos como gorrinos en las alegrías del mundo de los deportistas católicos con otra estupenda encíclica del santo Padre Ceferino y su patentada técnica que tan buenos resultados consigue, ya saben el famoso Masaje Atlético-católico Profundo. Recuerden el invento por si acaso, no vaya a ser que un día un desconocido les ofrezca flores y se preste con sospechosa generosidad y rapidez a realizarles una demostración del mismo en cualquier descampado, callejón o campo de futbol.
Para que noten el elevado nivel y el refinado tono de todo este asunto, aquí va la muestra correspondiente, ya saben dónde tienen más señoritas y caballeretes.
Hagan click para ampliar las prótesis.
Yo ahora me voy a pegar un repaso a mi Flis, a mi Flirs, ¡a mi Flickr! y ponerlo al día, que luego se me amontonan las estampitas (incluidas las de Gamesajare) y es un sinvivir. Después voy a meter una botella de Campari en el congelador un ratito y me la voy a ventilar entera.
¿Cómo dicen?, ¿Que el alcohol no refresca sino todo lo contrario? No se preocupen que ya lo sé: No es para refrescarme, yo lo utilizo por vía oral para no terminar de volverme loco con todo este verano que chorrea y cae a plomo como si la calle fuera suya. ¡Ah Islandia, ah, oh, oh!
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