Había escuchado algo del ilustre Dr. Tangalanga hace años, pero no ha sido hasta hace un par de días cuando me he interesado por sus grabaciones y he escuchado detenidamente algunos de sus discos de mejor o peor calidad.
Este curioso "humorista" argentino empezó su carrera a raíz de la enfermedad de un buen amigo suyo; como le rompía el alma verlo enfermo y postrado en su lecho día tras día, comenzó a grabar bromas telefónicas, en su particular estilo, para después escucharlas junto a su amigo y alegrarse juntos las largas tardes. No me digan que no es una anécdota bonita, si pueden entender Vds. que lo pueda ser el sacar de quicio con insultos y groserías a cualquier pobre desgraciado para que un pobre enfermo sonría durante unas pocas horas.
Y es que el estilo de las "bromas" telefónicas de Tangalanga es chusco, grosero, escatológico, muy italiano; pero entre sus "ortos", sus "pijas", sus "diarreas", sus "pelotudos", sus "trolos", sus "conchas" y sus "alcahuetes" hay algunas pequeñas perlas escondidas y hay grabaciones que son auténticamente hilarantes.
Mucho mejor que escuchen algunas "bromitas" por Vds. mismos, espero que las disfruten:
-Viaje de nenas egresadas:
Un viaje de fin de estudios de un colegio femenino de monjitas, un abuelo de 92 años (Tangalanga) un poco escamado por este viaje y la empresa contratada, insultos, reproches surrealistas, comentarios sexuales velados y un cambio de registro fabuloso a mitad de la grabación. Tangalanga en estado puro.
-Parapsicólogo de lujo:
Tangalanga, Raúl Fiorito, llama a un sospechoso "gabinete de parapsicología para empresarios" a raiz de un anuncio publicado en el periódico "Ámbito Financiero". Con su fábrica de fósforos, "Taranga y cia" yendo "como el culo" pronto empezará a sacar de sus casillas al "experto".
-El nene y el ascensor:
Carlitos, un niño de 11 años (que "representa" 42) está atrapado en un ascensor. Tangalanga llama al domicilio del técnico de reparación pero como está de vacaciones sólo puede hablar con la suegra de éste sobre la naturaleza nerviosa de la diarrea de Carlitos y las reticencias de Tangalanga para llamar a la policía o a los bomberos.
-El nene y el ascensor II:
Breve segunda parte para calmar a la pobre señora y avisarle que por fin los bomberos han acudido a rescatar a Carlitos.
-La pulsera budista:
El sobrino de Tangalanga, Raul Tangaletti, ha acudido a una consulta para comprar los poderosos talismanes de "el buda misterioso de las siete potencias" y la "pulsera terapéutica del balance" para intentar curar su timidez; desgraciadamente según avanza la conversación nos enteramos de que no sólo no ha logrado curar su timidez, porque es imposible que haya podido comprar los estupendos talismanes, sino que hasta ha sufrido un doloroso ataque de orquitis (testículos inflamados) que le "molestaba en la nuca", debido a ciertas "provocaciones".
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