martes, 8 de septiembre de 2009
Doble taza de Café cadáver.
"Closing time" de Jack Katz
Se acabó lo bueno, y es una verdadera pena que este grato festival que organiza Café Cadáver cada mes llegue a su fin, o mejor dicho vuelva a su horario regular. Sólo nos queda volver al "Letras cristianas", al "Politoxicómano Moderno" o a "El País Semanal" para esquivar la depresión, o precisamente para caer aún más en ella, e intentar sobrevivirnos hasta llegar a Octubre para poder disfrutar de nuevo del tropel de fieras, los vasos volando, las canciones procaces, los grafittis obscenos en los baños, los gritos de auxilio y las deliciosas raciones y cazuelitas de huevos de mico de ese su café, mi café, nuestro café, el café de los muy cafeteros.
Para que no se vayan sin su merecido a sus casas, les vuelvo a molestar con las aventuras de la "Brigada Antitabaco" protagonizadas por "Israel y Jonathan": todo un canto a la vida, a la amistad, a la solidaridad, a la Gilipollina (marca registrada), al Ministerio de Sanidad y al antitabaquismo; unos deliciosos comics que narran con pelos y señales el mundo futuro que está por venir y por atropellarnos uno a uno o por grupos.
No me llamen genio, no me llamen visionario, no me llamen poeta: Solamente cumplo con mi deber; no es humildad, ni siquiera falsa modestia, es que tengo el Principio de Realidad Hiperdesarrollado y estoy aprendiendo a vivir con ello sin medicación. Para muestra un botón:
Hagan click para ampliar, ¡locos!
Las otras dos cuartetas de semejante lote profético ya saben dónde encontrárselas, y si no lo saben se lo digo yo: Aquí, niños y niñas, ¡aquí, coño!.
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