Por la mañana tengo la cabeza llena de arena, de esa que no se quita ni dándose tres duchas y que le acompaña a uno, a su pesar, hasta que cae la noche, llega la madrugada y se cae uno de sueño con complejo de reloj de arena y vencido. Pura saudade...
Estos primeros días de "menstruación" estival son especialmente duros; son los más largos y los más amargos. Desde que conocí la obra de Joseph Brodsky, tarde o temprano cada año me repito el famoso fragmento de su poema "Parte de la oración":
"No es que me esté volviendo loco, es el verano que me agota.
Buscas en el cajón una camisa, y el día entero echado por la borda.
Que llegue cuanto antes el invierno y cubra todo con su manto:
ciudades, hombres, pero primero el verde de las hojas.
Me echaré a dormir sin desnudarme, o leeré si quiero
un libro ajeno, y entretanto los retales del año,
como un perro que ha huido de su ciego,
atraviesan la calle por el paso indicado."
"La libertad es no recordar entero el nombre del tirano,
y que sea la saliva más dulce que el almíbar,
y, aunque estrujen tu cerebro cual cuerno de carnero,
no mane nada ya del ojo azul."
En esos menesteres espirituales ando yo, esperando el invierno y el diluvio. ¿Qué voy a hacer sino esperar?, ¿salir a la calle gritando como un loco? No gracias, I would prefer not to...
Con esa minusvalía intermitente he hecho una pequeña ronda por Internet, y he tenido la suerte de encontrarme con una joya en la fabulosa web Europa Film Treasures titulada "Trois films de prévencion du dessinateur O`galop". Que las películas de animación, especialmente las clásicas de Europa del este, me gustan más que a un tonto el moscatel no es ningún secreto, pero yo mismo no dejo de sorprenderme de la calidad, el sentido del humor y el cariño que los primeros artesanos del género ponían en sus obras. 1918, parece que fue ayer, ¡Cómo vuela el tiempo!.
¿Qué van a ver en estas tres deliciosos piezas?. Van a ver el amargo fruto del alcohol y su progenie de niños epilépticos (con ataque en vivo) y niños asesinos y/o degenerados corriendo con un cuchillo en la mano. Van a ver a un simpático esqueleto contagiando con un fuelle la terrible tuberculosis a un pobre anciano hipocondriaco y recibiendo la del pulpo a manos de un fornido atleta. Van a ver una botella que vomita personas sobre un manicomio a la sombra de un guillotina y este fabuloso mensaje final:
¿Los verdaderos deportistas beben agua?. Muy curioso, después de unos 70 años el mensaje permanece adaptado a la época y al nuevo medio de los arcades en los que nos gastábamos nuestros dineros: "Los triunfadores no toman drogas". Ya.
Les recomiendo encarecidamente ver el video (son poco más de 5 minutos de duración), en su página original, AQUI, pero también les pongo el mismo video con algo menos de calidad (y sin subtítulos) a continuación, por el qué dirán y esas cosas. Que lo disfruten:
P.S:
Por cierto, entre otras muchas cosas O`Galop también fue el papá de este desconocido personaje:
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