Dos parroquianos discuten sobre la obra del Loco Azäag y Joey the best
¡Buenos días!
Si les dicen que la vida nació en un "caldo primordial" les están intentando confundir: la vida nació en un café, también primordial, claro, pero café; eso sí, es cierto que eran otros tiempos más humildes y no sólo no había café, ni licores, ni menú del día, ni papel higiénico, ni tortilla de patatas, ni siquiera muros, ventanas o techo; pero el espíritu del café ya estaba presente y con él la sal de la vida, su roña y sus aminoácidos.
Poco después, con los parroquianos que se iban sin marcharse y que despedían tan mal olor si no eran cocidos, cortados y servidos como tapas en el plazo de unos pocos días, el café primigenio evolucionó hasta el Café Cadáver y su desarrollo lo pueden disfrutar cada mes, porque sí, tan gratuitamente como tentacular, mirando desde la ventana de su casa o mirando desde la ventana de su ordenador.
Así, después de millones de años, les traemos cada mes una nueva ración de patatas bravas, de carcajadas, de risitas, de risas entre dientes, de risas entre insultos, de insultos entre puñetazos, de navajazos y por fin tras las sirenas el silencio y el "parecían tan amables y educados, siempre daban los buenos días" de rigor, mortis.
Personalmente mis genes van perdurando por división binaria aunque siga a la busca, captura y secuestro de hembra o hermafrodita, ovovivípara o vivípara que se encuentre en celo.
Mi reclamo y danza de cortejo son las fabulosas aventuras de "Israel y Jonathan" y su brigada antitabaco, que si son fumadoras no se deberían perder por nada del mundo para poder conocer los peligros que corren con un vicio tan repugnante como peligroso y si no fuman tampoco, para poder así regodearse en las miserias de los fumadores
Para muestra un botón:
Haga click para ampliar o lo que les de la gana.
Pueden paliar su sed a base de mamporros o tomándose dos Gilipollinas más, aquí.
En unos días más y peor, y no es un aviso, es una amenaza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario