lunes, 4 de mayo de 2009
Número 6 de la revista Café Cadáver.
La gente de Café Cadáver, gente de buen corazón, gente de paz mientras no hayan armas, vino o tebeos de Tintín de por medio (y en un café ya se sabe...), se planta para orgullo del sector de la hostelería cadaverina y gozo del lector necrófilo en el Número 6 de su fabulosa revista: Nunca las flores de mayo estuvieron más envenenadas ni fueron más necesarias .
Allí podrán leer una reflexión propia y peripatética sobre el apasionante mundo del turismo; tan apasionante que Correa iba a abandonar a "las corsarias" y a hacer un musical sobre el tema conmigo en tanga como protagonista. No ha podido ser, ¡maldita justicia!. Por suerte, y a pesar de los implantes de silicona, o precisamente por ellos, la gente de Café Cadáver me han dado asilo.
¡Aaaaaaaarggggg!
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