Grandes viñetas: Problemas de comunicación.

¡Ah la comunicación! Ese bello sistema de símbolos, síntomas y significados.

En este tiempo de mal llamada globalización (o mundialización, que aún suena más cafre y más cutre) se cacarea mucho sobre la necesidad del bilingüismo, el trilingüismo, la cuatrilíngua metafísica dadá y el esperanto polisémico e informático paleto. Gilipolleces, cuando no verdaderas bellaquerías de evangelizadores acomplejados, timadores furtivos agazapados en el chascarrillo, sinvergüenzas con uniforme y demás gente que sin saberlo, de su capacidad de crear vínculos hace fronteras, fronteras insalvables para muchos: De clase, de cultura, de continente...
Y cada una de sus palabras es un ladrillo hecho de cursilería, moda y estupidez.

La verdadera comunicación está hecha, sobretodo, de deseo (o ¿por qué no? de necesidad): El deseo de decir y compartir. La otra mitad del estofado está aliñada con la necesidad ( o ¿por qué no? el deseo) de escuchar al otro.

¿Quién realmente "habla" sin repetirse como una gramola?,¿Quién escucha cuando no le gusta lo que oye? Cuatro gatos, pardos, quizás cinco a lo sumo, yo ya no conozco a ninguno. El resto es carraca de speech aprendido y slogan barato de ong y vacaciones con el Domund, en taberna de barrio provinciana con la televisión a todo volumen y la tragaperras llorando o en la Universidad de la Vida de las juventudes de X partido político con firmes erecciones mentales con las que abrirse camino hacia ese despachito tan mono. Vamos, que lo que se dice realmente ni es comunicación ni los pobres diablos que intentan farfullar tontunas pueden llegar a entender que lo suyo se ha convertido en marketing y que han dejado definitivamente de "querer ver" más allá de sus narices.

Es una verdadera pena. Pero así es el mundo inmundo. Levantemos el corazón: Babel no es una condena, es una promesa; quizá debajo de otras gramáticas esté la verdad que nos hará libres. Este es un deseo sin mucha esperanza, pero en algo hay que ocupar nuestro tiempo, no todo va a ser follar, comer y beber.

Ya saben, amplíen estas bellas estampas a su gusto y entendimiento.