Bla Bla Bla Goodbye Bla Bla Bla

domingo, 4 de marzo de 2012

Hablemos de las hijasputas y los gilipollas.

 
Este texto, hijo de la rabia y el portazo, lo publiqué, lo borré y lo olvidé; por ese orden. Me pareció demasiado personalista y ofensivo en su día, hace apenas un mes; pero como aún no estoy tonto del todo, y en plena facultad de mis posesiones, lo recupero, lo corrijo y lo adorno con mucho gusto. Porque la letra es terapéutica, y en la mayoría de los casos debería estar muerta en un cajón o en ese baúl de los recuerdos de aquella canción; pero uno no tiene un blog y un alter ego por capricho, y estas columnas digitales en las que, estagiritas de la nada, nos subimos a gritar son, a nuestro pesar, eso: Lugares fríos donde se ventilan pasiones, obsesiones, dolores y caprichos, tan alegremente. Por eso conviene lubricarlo correctamente, con mucha baba, aún de la mala, y usarlo para lo que se tiene que usar (contra natura incluso) que casi siempre es escupir a los agujeros más negros y oscuros.
Va por todos Vds. y por ninguno:




Soy una persona muy difícil, demasiado exclusivista y  a ratos desconcertante; eso no quiere decir que no tenga la fortuna de tener muy buenos amigos y amigas, probablemente los mejores que cualquier persona como yo puede pedir en su vida: Primero porque me soportan, que ya es mucho, segundo porque son personas excelentes en todos los aspectos imaginables. Quien no tiene familia puede llegar a darse con un canto en los dientes por tener gente tan buena a su alrededor, a veces en demasiado derredor y en distancias largas, en este mundo plagado de hijos de puta. Digo esto por si las acusaciones de misantropía y las justificaciones de apertura.



Por supuesto que los vástagos de las señoras o señoritas prostitutas (una de las profesiones que más respeto, así como no respeto en absoluto a los vendedores de seguros, los publicistas o los sociólogos) no tienen la culpa de nada. Su negocio es simple y sincero y deberíamos valorar y proteger la seguridad de su trabajo de una forma más honesta y adulta; gracias a los que se la cogen con pinzas existe la esclavitud sexual y demás mierda que rodea un negocio tan oscurantista, de nuevo, hoy en día.



Pero a mi edad, y a estas alturas de mi sexo, para desgracia/alegría mía voy descubriendo poco a poco el parné de ciertas mujeres, los ritmos de cortejos que nos ha tocado vivir y los tiempos confusos y neuróticos en los que todos estamos, unos a babor, otros a estribor y otros jugando en proa y en popa. Y me enfado, desde luego no sé si con justicia


La mujer es el animal más maravilloso que existe. Punto. Y también el más peligroso. Punto. Por supuesto que vosotras podréis decir lo mismo de los hombres (eludiendo ese "maravilloso", que nos está demasiado grande), pero seamos serios: Las canutas y putas que nos lo hacen pasar las señoritas de estrógeno loco en ristre, senos turgentes y edulcorados con fresas y humores poco recomendables, es ciertamente una dimensión paralela, autre monde, digna de ser estudiada y publicada en hermosos estudios de psiquiatría.

Señoritas, Vds. se llevan al perro pulgoso la mayor parte de las veces, lo nuestro no es mucho mejor tampoco, e hijosputa como hijasputa las hay a montones. La vida en este planeta es así a estas alturas, e incluso hasta antes inclusive. No me invento nada, a todos nos toca jugar a este bingo loco y todos tenemos nuestras raciones de malditos bingos y líneas quebradas.

El término, personalista y de fogueo, es un poco complejo de explicar en nuestra lengua, para la que esta expresión sirve para describir todo tipo de comportamientos, incluso aquellos contemplados con gozo y regocijo, con una palmadita en la espalda. Permítanme desahogarme, que hace mucho que no lo hago en este ático de alquiler.

¿Qué es una hijaputa?

-Hijaputa es la hipócrita, la cínica, la mentirosa; aquella que sólo vive para ponderar su supuesta y probada tontería con trucos dialécticos, frases de moda y poses de mercadillo. Estas muñecas, pues son  peleles, son muy difíciles de desmontar; una vez que llegan a ese extremo la mierda les cubre los ojos y sólo saben ver hacia dentro: Esa es la mierda que se nos hará ver, el laberinto por el que se nos enseñarán "Los verdaderos ritos mistéricos de la seducción" y lo sublime de su realidad; no será por malicia, pero el miedo puede ser algo incluso peor.



Sí, más mierda. Esta es la gentuza cobarde de "sólo la puntita" que arrasa hoy por hoy: Si la moda es una actitud impostada, las impostoras de la actitud hacen personalidad de una pose cutre, hiriente y de todo a cien. Un totum revolutum que sólo escupe basura, la verdadera basura, al pobre diablo que se acerca demasiado.

-Hijaputa es aquella que (dice que) quiere cambiar de vida a toda costa, agobiada de su relación pasada, presente o futura, agobiada de su falta de oportunidades, agobiada de ella misma al fin y al cabo, y que marea a las personas con discursos surrealistas, abusando de la buena fe (y del corazón, y del interés) de sus posibles espectadores (pues con esta gentuza no se deja tocar nunca, tampoco ve ni escucha).
Cuando el gilipollas de la parte contratante se moja, ofrece y sugiere planes y se desloma por solucionarle o intentarlo, sus escollos;  de repente, les repito, de repente desaparecen entre el estiércol campestre y los profilácticos del Mercadona.

-Hijaputa es aquella vampira que sólo pide, sólo absorbe, sólo roba, sin dar nada a cambio. La que "se aburre" (sin reconocer ese tedio por ser su propio espejo), la que necesita atención como una droga, la que se muere por una palabra a tiempo, la que se desangra por un capricho o un mimo. Estas almas sensibles son las mismas que después no saben apreciar nada; ni el tiempo dedicado, ni los regalos más "especiales y cariñosos", ni la atención deliciosa pueden hacer nada para que este tipo de gentuza vaya un día a cortarse el pelo (junto con sus cortas ideas) y no vuelva. Demasiadas películas y demasiada poesía para tanto hueso.

-Hijaputa es siempre aquella que se va; no por irse, ¡por favor! Es la que se va sin irse. Dice adiós y cuando se responde con otro adiós llora, grita y patalea. Si te marchas, te odia, si la sigues, te odia, si no quieres hablar con ella te odia, si buscas su conversación (sin respuesta, por supuesto) te odia. Y con estas tontas del higo, literalmente, se alimentan las legiones de las hijasputa y se nutren los batallones de gilipollas.


-Hijaputa es la impostora: Aquella que se encuentra entre la tontería y la maldad sin darse cuenta ella misma. También mea fuera de tiesto, y mea encima del que esté cerca, siempre; pero su carita nunca cambia: Tiene tan pocas luces o es tan retorcida (sin darse ella misma cuenta) que siempre tiene un cuchillo afilado a mano por si le apetece hacer unos mimos de los suyos. Esta es la bondad de la hijaputa de este calibre: No saber que de dónde no hay no se puede sembrar y creerse la reina de un baile sin música, invitados, serpentinas y con el cotillón cutre ardiendo de inopia por los cuatro costados.


-Hijaputa es la histérica y obsesiva que lanza la piedra, varias veces, demasiadas, y esconde la mano. Todo es un juego para ella, todo menos sus necesidades: Cama, casa, caprichos, comida. El ama de casa 2.0 que sueña con monstruosidades y delirios con los que afila las peores de las envidias y los venenos más peligrosos. Hay gente que ha nacido para "ser mantenida" y aún no lo sabe. Hay gente que se aburre periódicamente, con método, tempo y ritmo, lo saben y salpican con su tedio la cordura de los demás, tan alegremente. Hay hijasputa para las que todo es un malentendido, y si no las quieres te matan, y aunque las quieras te asesinan, siempre las aburrirás y cuantas más piruetas hagas peor, gilipollas.



-Hijaputa es la boba. No hay peor maldad que la imbecilidad. La idiota que no sabe decir la palabra adecuada NUNCA, que no sabe dar la palabra de apoyo NUNCA, que no hace ni siquiera la pregunta clave NUNCA y que NUNCA sabe decir NO. Toda ella es un retal de vacíos, vergüenzas, pasividad y desinterés. Para ella todo vale y nada importa. Su vida y su personalidad, son fantasmas que cruzan un desierto hecho de tabletas de mierda que parecen chocolate; los gilipollas las muerden pensando en lo dulce de su sabor y al poco tiempo, con media tableta en la boca no les queda más que tragar, y esperar que el resto sea chocolate, o escupir y de paso arrancarse de cuajo el corazón y los testículos, que son todo uno y lo mismo en el caso de muchos gilipollas.

-Hijadeputa es la mentirosa, la que, y nadie sabe por qué, dice y habla y recita, y hace una campaña electoral constante consigo misma como candidata a la sombra, a su puro fantasma. Cuando acaba la traca, se cierra la hermenéutica amorosa y llega la madrugada "pez no era pez", "ala no era ala" y "amor no era amor". Todo ha sido un malentendido en el que la gran riqueza del español, y la noche (supongo), le ha confundido. ¡Y de repente un bofetón inesperado, con varias palmadas de vuelta y pisotones de tablado flamenco! ¡Ole el duende!

-Hijaputa es la que con un gesto cansado y cansino cambia a su gilipollas, a su aplicación de compañía,  por otro gilipollas nuevo. Dejando siempre muy claro que lo suyo  no es hacer de Attention whore, pero que el resto del mundo se puede pudrir mientras ella coma caliente su sopa boba de piropos y lindezas. Juguetes nuevos: Fría tecnología afectiva modernay títeres diferentes de respuesto. Siempre chapoteando en los charcos más fangosos, en las curvas dialécticas más peligrosas, y por supuesto salpicando a alguien, a cualquier pobre gilipollas.


-Hijaputa eres tú. Y con esto se cierra todo, se acabo el berrinche ¡Por fin! Ya era hora.


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